Entrevista a Ulises (I)
Por Dickie
Introducción: Ulises es todo un personaje, un tipo inteligente, polémico, desprejuiciado; auténtico. Tiene ideas que defiende con enfoques que a mí, en ocasiones, me resultan novedosos. No milita en partido político alguno, no pertenece a ninguna organización gubernamental o no gubernamental, no forma parte de religión alguna. Su filosofía de la vida siempre me resultó curiosa, atrayente. Recientemente un periodista que no vive en Cuba le hizo una larga entrevista, a la que tuvimos acceso, y nos parece interesante que se conozcan sus opiniones en los más diversos aspectos. Debo aclarar que no nos comprometemos con sus opiniones, las respetamos y las exponemos tal y como él las expresa, aunque no siempre coincidamos. Como la entrevista fue muy extensa, la publicaremos en varias partes. Espero que, al menos, no resulte aburrida. Dicho esto, les presentamos, textualmente, el resultado del debate de ideas que provocaron sus criterios.
PERIODISTA: ¿Qué opina usted de la emigración política en Cuba?
ULISES: “Hoy en Cuba la emigración tiene el mismo carácter que tiene en todas partes del mundo; es una emigración que se produce desde los países del llamado tercer mundo hacia los del primer. En los años 1959 y 1960 se puede hablar de emigración política, se trataba entonces de personas afectadas por el cambio revolucionario de aquellos tiempos y que tenían un proyecto político diferente al de la naciente Revolución.
Desde entonces para acá, salvo quizás algunas excepciones, la inmensa mayoría de las personas que emigran lo hacen en busca de beneficios económicos, tratando de satisfacer sus expectativas materiales. Esa emigración fue politizada por los Estados Unidos con el fin de presentar a Cuba como un país horrible, donde no existían libertades, donde no se respetaban los derechos humanos, en fin, una dictadura horrorosa de la que los cubanos huían de cualquier manera. La intención fue, y es aún, desprestigiar al gobierno cubano para contrarrestar lo que para le élite de poder estadounidense constituía un ‘mal ejemplo’ que de alguna manera había que frenar para que no se extendiera por el resto del continente y afectara los intereses norteamericanos”.
PERIODISTA: ¿Y qué piensa usted de los que se han ido de Cuba?
ULISES: “Mire usted, emigrar es un derecho de cada quien, en todo los países hay emigrados. Cuba está llena de hijos y nietos de españoles, de descendientes de chinos y también de africanos, aunque estos últimos sufrieron una espantosa emigración forzada, la más brutal que recuerda la Humanidad.
La gente emigra de modo general hacia los países más desarrollados económicamente. En este aspecto hay diversos enfoques; unos piensan que uno no debe irse del país donde nació. Esto puede explicarse a partir de cierta posición ideológica. Sin embargo hay alternativas; imagine, a modo de ejemplo, que usted vive en una casa muy pobre – una choza -, con su madre y algunos hermanos, todos en condiciones económicas muy limitadas. Suponga que al lado, en la misma cuadra, hay una mansión donde vive una familia muy rica, con una vida cómoda, desahogada económicamente.
Considere que usted tiene la posibilidad de irse a vivir a la mansión vecina. Tiene que decidir: me quedo con mi familia en medio de esa escasez luchando por mejorar económicamente, tratando de ayudarlos a ‘echar para adelante’, de romperme el lomo junto a ellos, de correr su suerte o me mudo a la mansión vecina para disfrutar de los beneficios que me ofrecen.
El problema no está en irse a la mansión vecina para mejorar económicamente, usted puede irse y desde allí, ayudar a su pobre familia – que es lo que hacen cientos de miles y hasta millones de emigrados en todo el mundo -, o puede intentar ‘desmarcarse’ de su familia, hablar horrores de ella, hacer bromas y crear chistes de mal gusto tomando como tema la miserable vida de su mamá y sus hermanos, con los que usted creció, aborrecerlos y querer aparentar que nada tiene que ver con aquellos que le dieron la vida y lo alimentaron cuando pequeño, que compartieron con usted lo poco que tenían, a pesar de sus muchas limitaciones. Estos últimos son los ‘sietemesinos’ de que hablaba Martí.”
PERIODISTA: Esa es una respuesta venenosa, ¿no le parece?
ULISES: “No, no lo crea, cada quien decide cómo se comporta, en eso consiste la libertad…, y también la dignidad. Hay que tener en cuenta que hay grupos en Estado Unidos que condicionan ciertos beneficios siempre y cuando usted adopte una posición u otra, eso sucede solamente con los cubanos. Al llegar allí tienen que optar. Hago una cosa u otra, pero tengo que atenerme a las consecuencias. La diferencia está en el sentido de la ética de cada quien.
Usted puede emigrar a donde sea, trabajar duro, mejorar económicamente; puede o no ayudar a su familia en Cuba, pero lo que no debería hacer es renegar de Cuba y de su gente; trabaje, mejore, pero cállese, no se burle de sus orígenes. Nosotros en Cuba también cometimos durante muchos años el error de politizar la emigración, es cierto – aunque había sus razones. Los enemigos de la Revolución crearon la ‘trampa’ de la politización de la emigración cubana, pero nosotros caímos en ella. Lo natural es que las personas decidan, lo denigrante es olvidarse de ‘la madre con delantal indio’…”
PERIODISTA: Pero en Cuba quedan muchas personas que critican el sistema político. ¿No cree?
ULISES: “Como en todas partes. El problema es que esas personas de Cuba no tienen un proyecto político alternativo. Su actitud es criticar y ya. En muchos casos son personas frustradas, forman parte de esos amargados que solo ven las manchas del sol, que van a un teatro y solo se fijan en la mosca que está en un rincón.
Si se logra la cooperativización no agropecuaria, lo critican; si no se logra, también lo critican; es una especie de critico-manía crónica. Muchos no han querido incorporarse al proceso de la Revolución y sus mentes operan como la del quinto adolescente que no está jugando dominó cuando sus cuatro amiguitos juegan – porque solo juegan cuatro -, como él no forma parte del juego lo que hace es tratar de interrumpir, de molestar, de fastidiar el juego; está aburrido…, no está jugando. Esas personas se sienten ‘fuera del juego’, no se comprometen y solo se entretienen encontrando defectos, son, los pobres, muy amargados.
Se han perdido, por su propia culpa, el privilegio de participar en una de las etapas más importantes de la historia cubana, han perdido la oportunidad de sus vidas, aunque no lo reconozcan. Otros se benefician económicamente con la crítica. Hay un importante grupo que recibe beneficios monetarios y recursos materiales, en cantidades abundantes, una especie de sueldo o soborno, para que critiquen. Para ello usan blogs, se convierten en corresponsales de emisoras como la muy mal llamada ‘Radio Martí’, que ya nadie escucha en Cuba, o ‘Tele Martí’, que tampoco es muy vista.
Para estos ellos hay un fondo que se genera en Estados Unidos, con las contribuciones (impuestos) que paga el pueblo norteamericano. De ese fondo, una buena parte se queda (la mayoría) en USA, en los bolsillos de lo que se ha llamado ‘la mafia contrarrevolucionaria de Miami’, que ha inventado el ‘negocio de la contrarrevolución’, y en el que les ha ido muy bien; pues bien, después de llenarse los bolsillos envían una pequeña porción para estos mercenarios de pacotilla en Cuba. Pero bueno, cada quien escoge su manera de vivir, la defensa es permitida, solo que es vergonzoso, claro, es vergonzoso para quien tiene vergüenza…
De cualquier manera, los principales críticos de los errores que hemos cometido en Cuba son los verdaderos cubanos, los que desde el socialismo pretenden superar los errores y mejorar con trabajo serio y decente el estándar de vida de su pueblo. Es difícil, es un proceso largo y complejo, pero es el único camino que tenemos para lograr que nuestra humilde casa mejore en relación con la de los vecinos de la mansión, ¿no cree?”
PERIODISTA: ¿No le parece demasiado optimismo?
ULISES: “Una de nuestras mejores cualidades es el optimismo. ¿Quién hubiera creído en 1959 que en Cuba iba a mantenerse una revolución socialista por más de 50 años en las mismas narices de los Estados Unidos?, si logramos eso, lo logramos todo, ¿no le parece?
Publicado el 7 de julio de 2014 en Entrevistas y etiquetado en cuba, emigración, entrevista, filosofía, política, vida. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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