Simplicio y el alcohol
Simplicio siempre decía que puede ligarse el ron con naranja, con toronja y con zumo de limón; con agua de coco, jugo de mandarina, melón, frutabomba, piña, mango, y hasta batido de anón. Y también con romerillo, anís, tilo o caisimón. Argumentaba Simplicio que si allá por el Japón una bebida elaboran al fermentar el arroz, y en muchas partes del mundo la elaboran con frijol, con plátano, con mandioca, uva, maíz, marañón…, todo lo que dé la tierra sirve para dar alcohol.
Y si la naturaleza produce sin restricción ese líquido divino que Baco vuelve licor, el alcohol liga con todo lo que Natura nos dio. Lo que no supo Simplicio -y a saberlo no llegó- es que el alcohol no se liga con hígado, con riñón, con cerebro, con pulmones, y menos con el timón.
Publicado el 15 de enero de 2014 en LacoCrónicas y etiquetado en alcohol, naranja, ron. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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